Me levanto dando lastima y asco a mi alrededor, mis únicas compañeras en mi miseria son las moscas que rodean mi excremento arrinconado, mi piel ajustado a mi huesos y mi cara caída por la gravedad, solo espero el momento en que todo esto termine. Miro en los espejos del mi alma y veo tristemente que me mantengo de pie por un comportamiento automatizado de mi cuerpo, por culpa de un instinto de supervivencia que ha llevado a la humanidad a miles de años de evolución, pero es la misma que me ha orillado a este trágico lugar y sonrió con la mirada vacía por que pronto todo acabara.
Nacemos, crecemos y morimos, así funcionan las cosas aquí, lo demás es mera ilusión, forzamos nuestras mentes a crear fantasías para creernos a nosotros mismo que todo está bien y que lo estará mientras pensemos así, inventamos la felicidad y la anclamos a un montón de cosas, una familia, una pareja, un postre favorito o alguna fecha especial, todo es bueno como excusa para anclarlo a esta ilusionaría palabra, y lo hacemos porque tenemos miedo a que un día, algún día nada este alimentado esa palabra, todo aquello que fue anclado desaparezca y muera al final y entonces también tu querida palabra que te hace caminar día a día sin sentir que en realidad no estás haciendo nada bueno también morirá y morirás junto con ella.
No dejes que muera,
porque aun siendo una mera ilusión para otros
es una realidad para ti y eso es lo que realmente importa.
SebasDThamuz
sábado, 4 de julio de 2009
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Sugoi, profunda reflexión, gracias por compartirla ñ_ñ
ResponderEliminarTKM
sayoo!!!!