domingo, 21 de junio de 2009

Crónica del 18 de junio

Aquel día, había despertado más temprano que cualquier otro día, bastante temprano porque tenía ganas de postear, llevaba tiempo con la idea en la cabeza de postear una sección llamada culturalízate (como mis queridos fan podrán recordar) en donde pongo información curiosa que suelo encontrar por internet. Una serie de ejercicios, una ducha de agua helada y un desayuno balanceado y nutritivo a base de leche, huevos y arroz continuaron mi día, seguidos de una mañana de internet y juego.
Las horas pasaron y rápidamente se hicieron las 4 de la tarde había recibido un mensaje de mi amiga Karen la cual quería saber si podía irse conmigo al evento que se realizaría en la ENAP en donde estudia una amiga nuestra, le dije que otro amigo nuestro (de nombre Luis) iba a pasar con su coche por mi y que estaba seguro que no le molestaría su presencia. Así que dieron las 5:00 habíamos planeado comer algo antes de irnos y como había empezado a llover teníamos que apurarnos para que el transito provocado por la lluvia no nos afectara, una comida a base de mas huevo (que comí en el desayuno), mas arroz y una agua de fresa.
La hora de la comida finalizo y nos dispusimos a irnos la lluvia era bastante ligera pero aun así afectaría y para los que conocen la ENAP sabrán que está en Xochimilco y que ese lugar es frió (y lejos). Pláticas jocosas y diversión amena volaba en la atmósfera del carro, hasta que una atmósfera más física y menos abstracta se postro en ella. El carro estaba “ligeramente” humeando y nos preocupo un poco, pero estábamos más preocupados por llegar, además de que las tres personas a bordo éramos completamente ineptos en la reparación y mantenimiento de un auto. Finalmente un foco en un dibujo del mismo carro se prendió, prácticamente el dibujo venia el carro de color rojo, bastante obvio para mis gustos, pero el carro estaba mal y no lo podíamos mejorar, el carro finalmente cedió en un semáforo y no volvió a arrancar.
Estabas a medio camino cuando abrimos el cofre (termino que aprendió ese día) y descubrimos lo más obvios para los que tengas conocimientos casi mínimos de carros (les recuerdo que los 3 que estábamos ahí no sabíamos nada del mantenimiento y la reparación del carro): le faltaba agua, en tierra de nadie me emprendí a la campaña de conseguir agua, caminando solo 2 calles para encontrar una tienda bastante sencilla pero que con el alivio de que contaban con agua. Compre 3 litros de agua Epura TM que rápidamente consumió el carro y que vomito como si tuviera un problema estomacal en el radiador (termino que aprendí también). Aun con las ligeras incomodidades logramos volver a andar el coche con agua adentro.
No duro mucho hasta que nuevamente el carro volvió a ceder a la temperatura y el agua termino evaporada en cuestión de segundos , terminamos nuevamente varados en algún lugar que desconocíamos, nos metimos en una callejuela para no provocar transito y cuando quisimos volver a abrir el cofre, este no abrió, en la desesperación de abrir se rompió, el carro estaba hirviendo y no podíamos hacer nada, recibimos una cantidad infinitas de llamadas de que el evento ya estaba comenzando y todas terminaron con la misma respuesta “ya mero llegamos el carro solo le falta agua”, ilusos que fuimos. Esperamos mucho para enfriar el coche por sí solo, después de miles e inútiles intentos de abrirlos con desarmador, fuerza bruta y cualquier cachivache que encontramos. El carro volvió a andar.
Eran las 8 y ya sabíamos lo que nos esperaba, el carro volvería a fallar en cualquier momento y no llegaríamos a tiempo. Y efectivamente el carro volvió a fallar, milagrosamente cerca de una gasolinera, empujamos 300 metros el carro y el transito provocado por la lluvia que nos hizo salir de casa más temprano y que evidentemente no tuvo nada que ver con nuestro retraso nos facilito el camino, incluso podíamos ir más rápido, cuando llegamos a la gasolinera la pequeña pero peligro pendiente que existe en ella para el estacionamiento de la tienda 24hrs, fue mortalmente peligrosa de subir, mi amigo y yo empujábamos con los rostros cubiertos en sudor y el enrojecimiento del esfuerzo, a dos pasos de una hernia, mientras mi amiga Karen “conducía” logramos nuevamente estacionar el coche.
“NO” fueron las últimas palabras que dijo el empleado de la gasolinera que amablemente se ofreció a ayudarnos a abrir el cofre, el teléfono seguía sonando con el mismo motivo y nosotros volvíamos a decepcionar. Nos ensanchamos en abrir el maldito cofre aunque estuviera a 100° Celsius, fuimos a los baños y llenamos las botellas con agua y mojamos el coche para que estuviera más frió, mi amigo se metió abajo enfurecido porque el cofre no abriría y con la mano desde la parte de abajo con la ayuda de la luz de una cámara (que por cierto solo para eso sirvió ese día) a base de quemaduras y persistencia libero el seguro del cofre y lo pudo abrir, fuimos al baño un par de veces y mojamos todo lo que parecía poder cocinar un huevo, ya eran las 9 tal vez las 9:30, no recuerdo bien, el caso es que era más que tarde y nos aviamos dispuesto a llegar al maldito lugar.
¡Arranco!, milagrosamente arranco y no humeo (por un rato) fue entonces cuando sabíamos que no era solo agua lo que le faltaba pero aun así decidimos ir al lugar y llegar, la gasolinera estaba en algún lugar que desconocíamos y nos habíamos perdido, no sabíamos cómo llegar, vagamos media hora hasta que nuevamente el teléfono como costumbre del día, nos volvía a decir que llegábamos tarde y que nos apuráramos, pero con la diferencia de que también venia con un mensaje de cómo llegar. El carro volvió a pararse a 200 metros del lugar, al menos ya estábamos ahí, la desesperación, el cansancio y el estrés del día, nos había molido. Solo nos quedaba una cosa, llegar a ver como modelaba nuestra amiga en el evento, pero no fue así, no llegamos, y eso nos termino por destruir.
Sentados dentro del coche esperando a que el evento terminara y que nuestras amigas salieran, nos tocaron la puerta con el afán de hacernos salir, no fue exactamente algo agradable salir, pero salimos y platicamos un poco para que al cabo de un rato se marcharan a sus casas, cosa que me parecía bastante justo, me quede con mi amigo Luis para acompañarlo a que su papa llegara y lo repara, nos dieron las 12 platicando y contando chistes, cuando el material de conversación estaba a punto de acabar llego y nos salvo.
El carro sufrió de fallo eléctrico, un cable se zafo y literalmente estuvimos conduciendo sin radiador, desanimados y cabizbajos partimos de regreso a casa en el camión del padre de mi amigo mientras decíamos “We, estos son los verdaderos momentos que nos unen como amigos”.


Dedicado a mi amigo Luis y mi amiga karen que fueron los que me acompañaron en ese estresante día.

1 comentario:

  1. OIE KE MAL PLAN LO KE PASO, PERO AL FINAL TODO TIENE SU LADO BUENO NO? ñ_ñ

    KUIDATE MUCHO Y OJALA NO VUELVA A PASARTE ALGO ASI

    CHUU!!!!!!

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